Cada idioma otorga una vision diferente de la vida.
Federico Fellini
No todas las traducciones son iguales. ¿Qué niño no conoce la novela El Principito de Antoine de Saint-Exupéry (traducida a más de 350 idiomas)? ¿O la descarada Pippi Calzaslargas de Astrid Lindgren (traducida a 77 idiomas)? Han alcanzado fama mundial y son el mejor ejemplo de la traducción literaria. Las traducciones técnicas consisten principalmente en descripciones y explicaciones de dispositivos técnicos. La sincronización y la subtitulación de películas se explican por sí solas. En la traducción automática, se pretraducen los textos mediante un programa informático.
Pero también están la traducción literal, la traducción libre y la traducción cultural. Las traducciones literales se utilizan principalmente para patentes y contenido técnico donde la terminología y la expresión exactas son esenciales. Una traducción libre se separa del texto original y pone el contenido en primer plano, pero no lo cambia.
La traducción cultural se refiere a la adaptación de un texto a las condiciones culturales del país respectivo. También se conoce como localización. Y, por último, está la transcreación. En la transcreación, el objetivo es transmitir mensajes y sentimientos. Se utiliza para títulos de películas y libros, frases hechas, eslóganes publicitarios, titulares y similares.